$14 billones ha invertido Telefónica en los últimos 10 años en Colombia
En las últimas semanas mucho se ha hablado en los medios de comunicación
y redes sociales sobre la dominancia del mercado de servicios móviles y a
continuación queremos ampliar nuestra posición respecto a los diferentes
tópicos de este debate.
Telefónica es el operador que está realizando el mayor esfuerzo inversor
del sector.
El grupo Telefónica ha invertido $14 billones en los últimos 10 años en
Colombia, y ha destinado la mayor cantidad de recursos en relación con los
ingresos, un acumulado de 20.3% entre 2013 y 2018. Nuestra operación ya alcanza
19 millones de accesos, y una cobertura de la red de 4G en 384 municipios.
Fuimos pioneros en este país al lanzar las llamadas a todo destino para abrir
nuestras redes, y activamos anticipadamente la red de 4G.
En Telefónica operamos según las condiciones de la libre y leal
competencia.
Si advertimos que se presentan fallas en el funcionamiento del mercado,
acudimos a los organismos reguladores para pedir su intervención, buscando el
bienestar de los usuarios y adecuadas condiciones concurrenciales para la
industria. De esta forma, en el año 2009 el Gobierno Colombiano comprobó que el
tamaño y el comportamiento de los precios de un operador demandaba la
declaratoria de la posición dominante en voz móvil, que se mantiene hasta hoy.
Y que, conforme con los análisis de competencia aplicados uniformemente por
autoridades de competencia y regulatorias a nivel internacional, que son los
que realiza la CRC en nuestro país, se encuentra comprobada la existencia de
dominancia en el mercado de servicios móviles.
La situación actual del mercado de servicios móviles requiere de la
intervención del Estado.
En el año 2016 la CRC realizó un análisis de la situación de mercado de
los servicios móviles, que dio origen a una actuación administrativa de oficio,
iniciada en febrero de 2017 para declarar o no a Claro como el operador
dominante, ahora en el paquete de voz y datos móviles. De manera preliminar, la
CRC determinó que existían importantes indicios de dominancia, dados
principalmente por las cifras de mercado y el comportamiento competitivo de
Claro. Luego, ya en la actuación particular adelantada que está pendiente de
decisión, y especialmente en las pruebas practicadas y que reposan en dicha
actuación administrativa, se puede constatar que Claro tiene una posición de
dominio en el mercado de voz y datos móviles (servicios móviles), al haber
trasladado su dominancia en el mercado de voz móvil. Dicho traslado de la grave situación de
dominancia del mercado de voz saliente móvil se ha promovido por el operador
dominante a través del empaquetamiento de servicios de voz y de datos móviles,
y recientemente de servicios móviles y fijos.
El concepto de abogacía de la competencia de la SIC le permite a la
Comisión de Regulación declarar la posición dominante de Claro.
En sus recomendaciones la Superintendencia pide a la CRC soportar la
metodología y algunos resultados estadísticos, y sugiere cuantificar el impacto
de la declaratoria de dominancia. En ningún apartado del documento la entidad
se declara contraria a la decisión definitiva. Por el contrario, se debe
entender que no se opone a dicha declaratoria y a las medidas correlativas;
como la Comisión aplicó los mismos criterios que la SIC tiene en cuenta en sus
actuaciones, la concentración está plenamente demostrada.
No hay ningún servicio en el
que Claro esté subsidiando a sus competidores.
El despliegue de infraestructura de Claro en zonas apartadas de Colombia
obedece al cumplimiento de las condiciones de la subasta de 4G llevada a cabo
en 2013. En complemento, la CRC reglamentó las condiciones del uso de la
infraestructura móvil mediante el servicio de roaming automático nacional (RAN)
como una instalación esencial, por lo cual es una medida regulatoria que deben
soportar todos los proveedores de redes y servicios, no sólo Claro.
Adicionalmente, el regulador determinó las tarifas por el acceso al RAN a
través de un modelo que garantiza la adecuada remuneración de costos; así se
obtuvieron los precios que pagamos los competidores de Claro por usar su
infraestructura, y que paga Claro por usar las redes de los demás operadores.
La situación del mercado de voz móvil sí favorece a Claro de forma
injustificada.
Defendemos la remuneración adecuada por el uso de la infraestructura, y
llamamos la atención de lo que actualmente sucede en voz móvil: mientras que nuestra
red es abierta, con 50% del tráfico que va a otros operadores, la de Claro se
mantiene cerrada pues 70% de su tráfico es al interior de su red (on net), por
lo cual Telefónica debe pagarle a Claro COP$25 mil millones anuales.
Precisamente por realidades como esta, la falta de decisión por parte de la CRC
y de medidas regulatorias que combatan la dominancia, solamente favorece a
Claro, quien puede continuar explotando su posición de mercado en detrimento de
los competidores y de los usuarios de los servicios.
La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico OCDE
advierte que el mercado colombiano tiene un alto nivel de concentración.
El documento de estudio de la OCDE “Digitalization Review of Colombia -
Going Digital in Colombia” circulado por la Comisión de Regulación para
comentarios, advierte de la existencia de altos niveles de concentración de
mercado que afectan la dinámica competitiva de los mismos. En dicho escrito
señala que el jugador más grande – Claro- aumentó sus cuotas en banda ancha
móvil, y también en voz fija y banda ancha fija, y también identifica la alta
concentración con los altos precios:
“29. Para resumir la visión general de la evolución de las estructuras
de mercado, los mercados de comunicaciones en colombianos se caracterizan por
altos niveles de concentración (…) Por otra parte, el jugador de Mercado más
grande ha logrado incrementar sus participaciones de mercado en el mercado de
voz fija, de banda ancha fija, y en el mercado de banda ancha móvil pospago.
Una alta concentración de mercado se encuentra en línea con los altos precios
de la banda ancha en Colombia.
(traducción propia)
Experiencias internacionales demuestran que, ante situaciones de mercado
como la colombiana, las intervenciones regulatorias son necesarias, y no han
obstaculizado el flujo de las inversiones.
En España, en el año 2002 la Comisión del Mercado de las
Telecomunicaciones reguló los precios de terminación en voz móvil para
Telefónica y Vodafone, y mantuvo valores diferenciales en 2003 y 2007. Y en
servicios fijos, en 2007 determinó supervisar ex ante todas las ofertas de
Telefónica que incluyeran productos regulados. En Perú, en el año 2006 OSIPTEL
estableció topes de cargos de terminación asimétricos, donde Telefónica recibía
el menor valor, por 4 años y prorrogó la medida otros 4 años. En ambos casos se
mantuvo un flujo constante de inversiones por parte de nuestra compañía, con un
promedio anual de € $1.435 millones en España, y de $568 millones de soles en
Perú.
Es razonable que el equipo de
la CRC que lleva más de dos años estudiando el tema sea el que tome la decisión.
Consideramos injustificado que se señale que los actuales comisionados
están empecinados en dejar firmada su última intervención, antes de que la
composición de la CRC cambie por mandato de la Ley de Modernización. Esta
afirmación desconoce el trabajo riguroso que todo el equipo lleva adelantando
desde fines de 2016, y que la principal causa de la dilación del procedimiento
ha sido el excesivo garantismo de la Comisión para garantizar el debido proceso
y el derecho de defensa de Claro. Por el
contrario, esperar al nombramiento de los nuevos comisionados y su grupo
asesor, por la entrada en vigencia de la Ley de Modernización del sector TIC,
retrasará aún más la decisión de forma innecesaria. Esa actuación ha tenido una
extensa duración de más de 28 meses, principalmente por estrategias dilatorias
del operador dominante.
La demora en la decisión final para combatir la dominancia creciente de
Claro es una señal muy negativa.
Esta situación deja a los demás operadores sin el marco necesario para
poder competir en sanas condiciones de mercado, y generar las inversiones que
se necesitan para adelantar la cuarta revolución industrial. La falta de
decisión, con independencia de su sentido, genera inseguridad jurídica para la
industria.
Tener un solo operador en el
mercado de infraestructura TIC y servicios de telecomunicaciones, afectará
negativamente el cumplimiento de los pactos que contempla la nueva Ley del Plan
de Desarrollo 2018 – 2022.
La monopolización del mercado de telecomunicaciones móviles es el efecto
de permitir la explotación y mantenimiento de una posición dominante. Un solo
operador no tendrá incentivos para reducir los precios de los servicios, ni
mejorar la calidad o invertir para mejorar la conectividad en regiones
apartadas o grupos de bajos ingresos, y restringirá la variedad de productos y
servicios de los que podrán disponer los usuarios, lo que al final se traducirá
en mayores precios.
De igual forma se ven comprometidos los objetivos de la recién aprobada
Ley de Modernización del sector TIC.
Un solo operador en el mercado no tendrá ningún estímulo para invertir
en el cierre efectivo de la brecha de infraestructura ni a presentar ningún
proyecto social que mejore la apropiación tecnológica. Por el contrario, todos
los demás operadores requieren de sanas condiciones competitivas para invertir.
Incluso, adecuadas condiciones competitivas y regulación sectorial acorde con
la realidad del mercado son aspectos determinantes para atraer inversión
extranjera al país.