El suicidio también
es un problema de salud pública extremamente delicado y complejo que se
presenta en todas las regiones del mundo y conlleva una tragedia para las
familias y para la sociedad en general. Es una de las principales causas de
muerte en todo el mundo. Cada año, cerca de 700 mil personas se quitan la vida
por esta causa, lo que corresponde a una muerte cada 40 segundos.
Cifras de la
Organización Mundial de la Salud indican que la mayor tasa de estas muertes se
encuentra en edades comprendidas entre los 15 y 29 años y más del 77 % de los
suicidios mundiales ocurren en países con ingresos bajos y medios. Además,
Según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la mortalidad
por suicidio en la región de las Américas ha venido en aumento desde el año
2000, siendo la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 20 a 24 años.
A pesar de
las alarmantes cifras, actualmente, no existe un conjunto universalmente
aceptado de términos, definiciones o clasificaciones para describir los
pensamientos y comportamientos relacionados con la conducta suicida, ni tampoco
se tiene una taxonomía acordada que abarque todo el espectro, ya que el
suicidio es considerado como el resultado de una compleja combinación de
factores.
Por ello, Ángela
Gissette Caro Delgado, psicóloga, docente e investigadora del Politécnico
Grancolombiano, y Magnolia del Pilar Ballesteros Cabrera, psicóloga,
docente e investigadora de la Universidad Nacional de Colombia, realizaron la
investigación ‘Ideación suicida en adolescentes y adultos jóvenes de América
Latina y el Caribe’, que identificó cuáles son los factores individuales,
sociales e interpersonales asociados a la ideación suicida en adolescentes y
adultos jóvenes de América Latina y el Caribe.
Ángela Gissette Caro D. |
El tipo de
estudio que realizó la investigación fue una scoping review, es decir, una
revisión contenidos amplios respondiendo a preguntas de participantes, contexto
y concepto. La búsqueda se realizó en bases de datos durante los últimos 7
años. Se consideraron estudios que tuvieran en su muestra adolescentes y
adultos jóvenes. Los países en los que
más se ha investigado la ideación suicida son: México y Colombia, con 9
publicaciones respectivamente; Chile y Brasil, con 8 estudios cada uno, y los
demás países no han publicado más de 2 artículos.
A
continuación, se describen los factores individuales, sociales e
interpersonales que se han asociado a la ideación suicida en esta población.
Factores
individuales:
La
impulsividad y el temperamento son los principales factores; sin embargo, los
que se asociaron con mayor probabilidad de experimentar el inicio de la
ideación suicida son los niveles altos de emocionalidad negativa (la agresión,
la frustración y el estado de ánimo deprimido), bajo afecto positivo, alto
afecto negativo y la carencia de inteligencia emocional.
Además, se
halló que el consumo excesivo y abusivo de alcohol, sustancias psicoactivas y
tabaco, junto a trastornos del estado de ánimo, trastornos alimenticios, el
género, la identidad y la orientación sexuales, son factores relevantes a la
hora de hablar de la ideación suicida en los adolescentes y jóvenes
latinoamericanos.
Específicamente
la ideación suicida en los diferentes países está asociada así:
Colombia:
desesperanza y depresión
Cuba: depresión
Chile: en
universitarios se presenta ansiedad física, síntomas depresivos cognitivos y
físicos, y trastornos alimentarios. En cuanto a los adolescentes, mostraron las
puntuaciones más altas en todos los síntomas psiquiátricos, la ideación suicida
y los dominios emocionales/cognitivos y los trastornos alimentarios se
asociaron con la depresión.
México: la ideación suicida estuvo presente en quienes habían
presentado conductas suicidas.
Brasil: el factor está asociado a problemas de comportamiento o
conducta.
Factores sociales:
Otros
factores importantes que hay que resaltar son bullying, acoso escolar,
conductas negativas para la salud, la soledad, las adversidades experimentadas
en los primeros años de vida y el bajo apoyo social independientemente del
sexo. Por otra parte, 21 países de América Latina y el Caribe evidenciaron una
interconexión entre sobrepeso/obesidad y la ideación suicida con planificación
entre las mujeres; ser creyente de cualquier religión te hace menos propenso a
la ideación suicida; y las personas que han sido expuestas a la violencia física
y/o sexual pueden estar en riesgo significativo, ya que esto se vincula con la
ideación suicida.
Factores
interpersonales:
Identificaron
principalmente que el apoyo de mamá es indispensable para evitar la ideación
suicida al disminuir los niveles depresivos y de ansiedad, pero el apoyo
paterno no logra moderar estos síntomas. Se hace hincapié en que los factores
que más influyen en los jóvenes recaen en los padres por sus relaciones
conflictivas, vida familiar inexistente, ausencia en el hogar, divorcio, bajo
apoyo, la baja supervisión, disfunción familiar y estilo autoritario.
El apoyo
social puede en muchos casos moderar la relación entre la sintomatología
depresiva y la ideación suicida; siendo el apoyo familiar la interacción más
fuerte, seguido de apoyo de una persona significativa, el apoyo en la escuela y
el apoyo de los amigos. Hay que añadir que otros factores interpersonales que
influyen en la ideación suicida son las discusiones, la ruptura con una pareja
romántica, el abuso emocional y los intentos de suicidio en personas cercanas.
¿Qué se debe hacer?
La ideación
suicida se relacionó con la regulación emocional, el estado de ánimo, el
consumo de drogas, el género, los problemas económicos, el apoyo familiar, la
violencia, la ruptura con la pareja romántica, la religión y el apoyo social.
Las psicólogas afirman que las perdidas por suicidio pueden prevenirse si se
interviene de manera oportuna, por eso es importante que frente a una conducta
suicida se preste atención a las tres principales señales de alerta:
1. Personas que tienen enfermedad
crónica
2. Personas que se sienten aisladas y
que no pertenece a algún núcleo social
3. Personas que se consideran una carga
para su entorno.
Esto
permitirá que se puedan generar estrategias adecuadas de intervención y se
activen rutas de apoyo social, emocional, económico, laboral y escolar.
¿Cómo actuar
ante casos de conducta suicida? La docente Ángela Caro, del Politécnico
Grancolombiano, afirma que “Es importante escuchar a la persona, sin juzgar,
hacerle saber que estamos ahí para apoyarla. En ese mismo momento debemos
activar las distintas rutas para que la persona pueda ser atendida, estas
pueden ser estar en el contexto universitario o las rutas distritales para
atención, para que desde allí puedan dar la atención que se requiere. Además,
es importante no dejar sola a la persona con conducta suicida, acompañarla
hasta que logre estar en la calma.”.
“Por su misma
naturaleza, nunca podemos entender todas las razones detrás, pero en la medida
en que se estudie más esta problemática, se desarrollen acciones concretas, se
cree mayor conciencia sobre los temas de salud mental, mayor comprensión
pública sobre los factores, causas y señales, se desmitifican las falsas
creencias, se habla sin tabú del tema y se combata la lapidación social, más
fácil será prevenir los casos, que encontrar resoluciones a los mismos”,
explicaron las docentes.
El panorama
es mucho más preocupante si se evalúan las acciones que se están tomando para
mitigar esta problemática. En Colombia solo hay dos profesionales en salud
mental por cada 100.000 habitantes, lo que evidencia el difícil acceso a los
servicios de salud mental.
Esta
investigación se convierte un punto de partida para abordar de manera integral
los elementos vinculados a la ideación suicida, dejando de lado el abordaje
simplista y homogeneizado que centra la atención en la reducción de cifras, sin
preocuparse por intervenir en las necesidades sociales, individuales e
interpersonales de las personas.
Fuente: Prensa
Politécnico grancolombiano (Laura Ximena Orjuela -Jefe de Prensa)
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