La investigación reveló que el 8% de los estudiantes de educación media
de Bogotá usan Twitter y el 21% usan Facebook. Los estudiantes analizados
reflejaron una alta probabilidad de usar Twitter y Facebook para informarse y
en menor medida para compartir información.
¿Son las redes sociales el lenguaje de los jóvenes?
En medio de celulares y diversos aparatos tecnológicos, ellos
incursionan en espacios como Twitter y Facebook para visibilizarse en las
nuevas coordenadas espaciotemporales de la era digital. El libro
“Jóvenes y redes sociales en busca de la reconfiguración” analiza la forma como
los jóvenes usan y se apropian de estas herramientas tecnológicas. Esta obra es
resultado de una investigación realizada por los docentes del Politécnico
Grancolombiano Mireya Barón, Álvaro Duque, Frederick Mendoza y Wilmar
Quintero.
Son ampliamente conocidos los efectos positivos y negativos que pueden causar estas tecnologías. Por
un lado, mejoran las habilidades en el manejo de procesadores de texto, hojas
de cálculo, navegadores y otros softwares, y posibilitan menos dependencia de
los docentes, generando mayor flexibilidad. Pero, por otro lado, generan riesgo
de obesidad, ojos irritados, dolores de espalda y cuello; y, dado a que
disminuyen las relaciones sociales cara a cara, generan desórdenes psicológicos
tales como: agresividad, estrés, ansiedad, desconcentración, baja autoestima,
manías, obsesiones y desmotivación.
Los investigadores explican que las redes sociales se convierten en un
medio educativo que, de un lado posibilita una comunicación rápida y sencilla,
y de otro lado compite con contenidos de todo tipo
que pueden resultar interesantes para los estudiantes de secundaria
y sus familias o tutores. Dotan a los alumnos de un papel más activo, al
fomentar la interacción con los docentes y rompen las barreras del espacio y
tiempo. Además, proveen al estudiante de un entorno creativo con múltiples
herramientas y materiales, y allí pueden surtirse de gran cantidad de
información y recursos.
Sin embargo, encontraron una paradoja, ya que los docentes y directivos
de organizaciones educativas están compitiendo con otro tipo de contenidos que
pueden reservarse para los espacios de ocio de los estudiantes. Por eso, la
propuesta es incorporar las redes sociales al proceso pedagógico, en vez de
luchar con ellas como si fueran un enemigo. Los colegios y universidades deben trabajar
en desarrollar competencias mediáticas y neo tecnológicas, para acompañarlos en
el proceso.
Los grupos de estudiantes que utilizan la herramienta para el desarrollo
de sus cursos en ambientes controlados y analizados incrementan el nivel de
compromiso e inmersión. En cualquier caso, existe riesgo, ya que el uso de
cualquier medio educativo nuevo en un contexto de gran complejidad como la
educación, implica incertidumbres y escepticismo por parte de quienes lo
empiezan a utilizar con ese propósito.
¿Cómo usan los jóvenes las redes sociales?
La investigación reveló que el 8% de los estudiantes de educación media
usan Twitter y el 21% Facebook. Estas dos redes sociales se utilizan mayormente
para buscar información. En el caso de Twitter, esta tendencia se ve
influenciada por la participación en actividades políticas, siendo más del 30%
de los jóvenes involucrados en política usuarios activos de esta red. En cuanto
a Facebook, se destaca que más del 55% de quienes utilizan esta plataforma para
informarse también pertenecen a algún grupo o partido político.
La investigación también encontró una fuerte relación con las actividades
religiosas, ya que el grupo de estudiantes que participó en estas actividades
tiene un 3% más de usuarios en Facebook que el grupo que no tiene afiliaciones
religiosas activas. Otra variable consultada fue la relacionada con los grupos
étnicos (afrodescendientes, gitanos e indígenas), aquí se encontró que el 14%
de los estudiantes que pertenecen a estos grupos reportaron usar Facebook. En
cuanto al género, encuentra que las diferencias entre hombres y mujeres en el
uso de redes sociales en ningún caso supera el 1%.
Ahora bien, los estudiantes analizados reflejaron una alta probabilidad
de usar Twitter y Facebook para informarse y en menor medida para compartir
información. Dependiendo de la forma en que se utilicen las redes sociales
pueden ser impulsores de desarrollo personal y social o generar efectos
negativos que pueden estar asociados con bajos niveles de satisfacción con la
vida.
Precisamente en ese ámbito de la satisfacción con la vida, se registra
un nivel cercano a 8 entre los usuarios de estas redes sociales, una cifra alta
en comparación con otros grupos poblacionales. Sin embargo, se observa una
clara discrepancia entre las dos redes sociales: mientras Facebook tiene
efectos negativos, Twitter muestra efectos positivos.
Llama la atención que el uso de Twitter con fines informativos se
correlaciona positivamente con la conciencia, pero negativamente con la
neurosis, extraversión y la sociabilidad. Por su parte, Facebook se relaciona
negativamente con la neurosis, la extraversión, la apertura y la sociabilidad,
lo que puede ser indicativo de procrastinación, negligencia y falta de
autodisciplina; su uso podría traducirse en menor rendimiento escolar,
disminución de las oportunidades y detrimento en la formación del capital
humano joven.
El uso de Facebook para comunicar su malestar frente a la vida puede
considerarse como una alerta temprana enviada por los jóvenes, de tal modo que
los amigos, padres de familia e instituciones educativas pueden asumir un rol
más activo de cara a las situaciones complejas que enfrentan los jóvenes.
Finalmente, los investigadores encontraron que el uso de las redes
sociales aumenta con el nivel de ingresos, el tiempo de viaje a la institución
educativa y la educación de los padres. En este último factor, se aprecia que
los estudiantes con padres más educados utilizan más las redes sociales.
Fuente: Laura Ximena Orjuela
Jefe de Prensa
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