El informe dice que 167
personas han perdido la vida
Las víctimas en total llegan a
751 en al menos 2.590 eventos
El grave daño ambiental para
el futuro es incalculable
* El oleoducto ha estado fuera
de operación 3.800 días por las voladuras, que equivalen a 10,4 años, 30% de su
tiempo de operación desde 1986.
* Ataques provocaron el
derrame de 66 millones de galones de crudo entre 2000 y 2017.
Una evaluación detallada de
los gravísimos daños que han dejado los atentados terroristas del ELN al
oleoducto Caño Limón –Coveñas en los últimos 17 años representan incalculables
pérdidas que en buena parte paga la población civil.
En ese orden, Ecopetrol
rechaza de manera categórica los hechos que solo afectan al pueblo más humilde,
dice el documento.
Los atentados perpetrados por
la guerrilla del ELN contra el oleoducto Caño Limón–Coveñas, han provocado la
muerte de 167 personas en los últimos 17 años producto de las minas
antipersonal instaladas alrededor de los tramos afectados por las voladuras,
con el fin de obstaculizar las reparaciones.
En ese lapso se han registrado
2.590 eventos ocasionados por minas antipersonal, que han dejado 584 heridos,
para un total de 751 víctimas, incluida población civil (niños, mujeres y
trabajadores), según estadísticas de la Dirección para la Acción Integral
contra Minas Antipersonal (DAICMA).
Ecopetrol reitera a la opinión
pública que tanto las roturas como las abolladuras ocasionadas al tubo por los
ataques terroristas son igualmente peligrosas para las comunidades, el personal
encargado de las reparaciones y los miembros de la Fuerza Pública.
En repetidas oportunidades la
guerrilla rodea con minas antipersonal las zonas de los eventos para atentar
contra los representantes de las fuerzas armadas que se dedican a asegurar las
áreas e impedir la labor de los trabajadores que hacen las reparaciones. En
varias ocasiones las cuadrillas han sido blanco de francotiradores apostados en
las zonas afectadas.
Los atentados terroristas, ya
sean abolladuras o roturas, ponen en grave peligro la vida de las comunidades y
el medio ambiente. Estos eventos podrían ocasionar una tragedia como la de
Machuca que dejó 84 personas calcinadas, 30 personas heridas con quemaduras graves
y todo un pueblo destruido, por un atentado de la guerrilla contra el Oleoducto
Central de Colombia el 18 de octubre de 1998 en Segovia (Antioquia).
Adicionalmente, en los últimos
17 años, los ataques contra el Oleoducto han dejado como saldo el derrame de
1,5 millones de barriles de petróleo, equivalentes a 66 millones de galones,
generando un grave impacto ambiental a fuentes hídricas, fauna, flora y
terrenos dedicados por las comunidades a la agricultura. Esto, además, genera
pérdidas millonarias que lesionan los presupuestos de regalías para inversión
social en las regiones.
Los atentados al oleoducto han
afectado y ponen en riesgo a seis municipios del Catatumbo (49 veredas), dos
municipios de Arauca (28 veredas), y un municipio de Boyacá (seis veredas).
En total, el oleoducto ha
estado fuera de operación 3.800 días desde su inauguración en 1986,
equivalentes a 10,4 años (30% del total del tiempo de servicio), por cuenta de
los atentados terroristas.
En lo corrido del 2017 el país
ha dejado de producir más de 900 mil barriles de petróleo por las 28 voladuras
ocasionadas presuntamente por la guerrilla del ELN contra el oleoducto Caño
Limón-Coveñas, cuyo bombeo se encuentra paralizado desde hace 39 días.
Ecopetrol rechaza
enfáticamente estas acciones terroristas que violan el Derecho Internacional
Humanitario, ponen en riesgo la integridad de civiles y miembros de la Fuerza
Pública, afectan la normal prestación de servicios públicos esenciales como
agua potable y gas domiciliario, y dañan gravemente el medio ambiente.
Bogotá, 23 de marzo del
2017. Fuente: Prensa de Ecopetrol. (Leyla Tovar A) Ajuste
de texto y diagramación: Bersoahoy.co
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