
Con los resultados de este
estudio, a partir de la comparación de imágenes y mapas, las autoridades
ambientales de la región tendrán la capacidad de evidenciar los cambios que han
sufrido estas zonas de páramo en sus usos y coberturas, y la afectación a los
suelos de estos ecosistemas desde el 2011 hasta la fecha, acciones que les
permitirán tomar las medidas necesarias para retomar la verdadera vocación de
sus suelos.
Napoleón Ordóñez, Subdirector
de Agrología del IGAC, explicó el tema: “Ya tenemos listos todos los protocolos
de bioseguridad que garanticen la integridad de nuestros profesionales en el
retorno a las labores en campo, solo estamos a la espera del visto bueno de las
autoridades municipales para el ingreso a la zona en donde se estudiarán
aproximadamente 60.000 hectáreas en el páramo de Guerrero y Guargua, en el
departamento de Cundinamarca”, señaló.

Estos estudios permitirán
identificar las áreas que presentan buen estado ambiental, las destinadas para
la agricultura y la ganadería, y las zonas que están siendo afectadas por la
actividad agropecuaria.
A la par con el estudio de
suelos, el IGAC continúa con la realización del análisis multitemporal de
coberturas y uso de la tierra a escala 1:10.000 en los complejos de páramos
Altiplano Cundiboyacense, Iguaque – Merchán, Chingaza, Cruz Verde – Sumapaz, Rabanal
– Río Bogotá, Guerrero,
Fuente: Prensa IGAC.
Ajuste de contenido y
diagramación: bersoahoy.co
No hay comentarios:
Publicar un comentario