Entre estos
factores están la emisión de
contaminantes, patrones de consumo y la destrucción de ecosistemas
estratégicos.
La ola de
calor no cesa. En los últimos meses se han dado picos extremos en los niveles
de temperatura que se han experimentado en diferentes naciones del mundo como
Reino Unido, España, Italia, Alemania, Francia, Países bajos, Bélgica, Portugal
y Estados Unidos. Todo indica que esta será la más larga ola desde que se
tienen registros, lo que ocasionará un cambio en la manera en la que se
comporta la Tierra.
La
temperatura media anual en Colombia, según los informes del Grupo
Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC) entre 1951 y
2000 aumentó entre 0,8 y 1,5 °C; para el 2050, se espera un nuevo aumento de
entre 1 y 2,0 °C. Para este año, departamentos como la Guajira han registrado
temperaturas extremas, alcanzando los 43 grados Celsius. Las diferencias en las
temperaturas de las regionales surgen principalmente entre las zonas montañosas
de la zona andina y las cordilleras. Como resultado del calentamiento, las
temporadas de precipitación (lluvia) intensas provocarán inundaciones y riesgo
de remoción en masa (deslizamiento).
De 1951 a
2001, la precipitación anual aumentó en casi todas las zonas del país, con la
excepción de gran parte del departamento Guajira. Hubo más precipitaciones en
los meses donde antes eran periodos secos, mientras que los meses de lluvia se
volvieron más secos. Para 2055, es probable que las precipitaciones aumenten un
3 % más, pero la destrucción de ecosistemas estratégicos y la deforestación
harán todo un caos en el territorio.
Entre los
factores que han influido en este aumento de las temperaturas se encuentra el
cambio climático, debido a que la especie humana ha alterado los ciclos del
planeta que se viene aumentando hace más de 300 años al alterar los ciclos
atmosféricos, la exacerbada dependencia del uso de combustibles fósiles, la
alteración por fuerza de la acción antrópica del ser humano en los ciclos
atmosféricos y no sobre las manifestaciones de la variabilidad climática, entre
otros.
Los efectos
frente al cambio climático alarman, ya que la subida de las temperaturas se
puede traducir en destrucción, muerte, aumento de enfermedades, mayor viento,
humedad por debajo del 30 %, sequías, nevadas inesperadas, derrumbes de tierra,
subidas en el nivel del mar, incendios, lluvias fuertes de corta duración
(aguaceros) que tienden a ser mucho más frecuentes ahora al no distribuirse
apropiadamente la lluvia.
Ramón Gabriel
Aguilar Vega, Docente de Tecnología en Gestión
Ambiental del Politécnico Grancolombiano, analiza cómo esta situación, afecta
no solo a los seres humanos sino a todos en general: “Esto es nefasto para los
ecosistemas y las cadenas tróficas; por ejemplo, el aumento de temperatura hace
que el fitoplancton y el zooplancton se disminuya, esto hace que las especies
también se extingan. Es cortar la alimentación de miles de especies en un corto
tiempo, hace que las poblaciones animales y vegetales estén en desequilibrio y
las cadenas tróficas se vean afectadas.
Por tanto, la adaptación climática es una prioridad que se distribuye de
manera diferente entre los gobiernos, estatal y local”.
Está claro
que el cambio climático global tendrá un impacto significativo en la diversidad
biológica. Se prevé que zonas de distribución de animales y vegetales endémicas
de Colombia y la composición de las comunidades cambien significativamente, ya
que ningún animal, ni ninguna planta, vive por sí solo, “la simbiosis
ecológica” depende de las relaciones entre las especies. Todas las especies
están integradas en ecosistemas complejos, la extinción de ecosistemas
estratégicos por el cambio climático es una realidad, especialmente en
Colombia, que tiene tasas altas de deforestación, consecuencias de especies
naturales tan fuertes que generan un impacto en toda la cadena trófica. Ya se
ve este efecto en la seguridad alimentaria, ya que cada vez es más costoso producir
alimentos.
Estos son
algunos de los ecosistemas que también se han visto afectados: bosques y aguas
dulces, tierras áridas y océanos:
•Bosques: se
afecta la productividad de los bosques submarinos de algas, a través del
aumento de la temperatura del mar y las tormentas. Esto altera la capacidad de
las algas efímeras para establecerse y atraer comunidades de peces y otras
criaturas quienes habitan estos bosques. Los corales se blanquean, muriendo por
el estrés del calor al perder sus algas simbióticas, destruyendo en
consecuencia el hábitat de organismos que los habitan.
•Aguas
dulces: los efectos del cambio climático ocurren mediante interacciones
complejas, efectos en cascada y cambios en los procesos de los ecosistemas,
como la producción primaria, el almacenamiento de carbono y el ciclo del agua.
•Las tierras
áridas: el aumento de temperaturas,
combinado con ciclos de sequía de varias décadas, han incrementado las
inundaciones e incendios forestales. Esto a su vez altera la disponibilidad de
recursos, la estructura de la comunidad vegetal y se exacerba la contaminación
del aire.
•Océanos: se
han provocado cambios físicos relativamente amplios en los ecosistemas
pelágicos. Esto principalmente a través de la temperatura del mar, la
estratificación alterada de las capas superficiales y la disminución del hielo
marino, con respuestas ecológicas variadas.
“En cuanto a
las personas, existe una estrecha relación entre el sueño y la
termorregulación, es decir, el modo en que los seres humanos mantienen una
temperatura interna estable. Es por ello, el aumento global de las temperaturas
contribuye a trastornos y alteraciones del sueño al aumentar la vigilia y, como
consecuencia, debilitan la respuesta inmunitaria en las personas”, agregó el
docente Aguilar.
Por otra
parte, el CCS (Consejo Colombiano de Seguridad) prevé que, el estrés térmico
ocasionado por el cambio climático generará una reducción en el número de horas
trabajadas en el mundo e impacto en el PIB (Producto Interno Bruto) a nivel
mundial.
Ajuste de
contenido y diagramación: bersoahoy.co
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