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domingo, 11 de diciembre de 2022

La academia unida frente a la violencia contra la niñez

Estrategia nacional: Crianza Amorosa + recreación

Bogotá, 9 de diciembre de 2022. – Los hechos violentos, siguen creciendo en Colombia contra niños, niñas y adolescentes según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y a nivel global no es la excepción. En el mundo, uno de cada dos niñas y niños de entre 2 y 17 años sufre algún tipo de violencia. También se estima que el 58 % de los menores en América Latina y el 61 % en América del Norte sufrieron abuso físico, sexual o emocional en el último año.

En Colombia el panorama indica que, durante el 2019, dos de cada cinco niños y niñas han sido víctimas de violencia en todos sus aspectos. En el 2021 se presentaron 4.202 casos, para un aumento del 24 % respecto al año anterior. Además, se dio un incremento del 10 % en homicidios de menores, llegando a 470 casos en lo corrido del año.

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF) define la violencia como “toda acción, omisión, abuso y uso de la fuerza o del poder que se expresa a través de la violencia física, sexual y psicológica, así como el abandono, la alta permanencia en calle, el trabajo infantil   y la explotación la cual se puede presentar en distintos ámbitos y ser ejercida por parte de la comunidad, los padres, representantes legales, cuidadores o cualquier otra persona produce daño y afecta la integridad personal, el desarrollo integral de las niñas, niños y adolescentes, llegando incluso hasta la muerte”.

Esto deja en evidencia una problemática histórica, que tiene que ver principalmente con las relaciones que tienen las familias, padres, madres y cuidadores con los hijos, las cuales son normalmente de poder, a partir del castigo o ejercicio físico, pero también psicológico, que están normalizadas o aceptadas en la sociedad, sin importar el impacto y los efectos negativos que tiene el castigo en los niños y niñas.

¿Cuáles son los impactos?

El niño se ve afectado desde el orden físico, como lesiones, hasta secuelas psicológicas. Algunos se sienten menospreciados o menos capaces cuando son cuestionados y criticados permanentemente, lo que conlleva a la baja autoestima. Esto a su vez genera condiciones grupales, comunitarias y sociales de desventaja al sentir miedo, temor, ira, rechazo y rencor que pueden manifestar en otros escenarios.

Desde hace varios años, el Gobierno Nacional estableció la lucha contra la violencia hacia la infancia y la adolescencia como una prioridad. Así nació la estrategia nacional Crianza Amorosa + Juego, diseñada para generar una transformación cultural de las prácticas de crianza basadas en las desigualdades, los actos violentos y el castigo físico existentes en el país, por una crianza basada en el amor, el respeto y el diálogo, permitiendo reducir en un 14.3 % la tasa de violencia contra niñas, niños y adolescentes.

¿En qué consiste la estrategia?

La estrategia tiene como objetivo fortalecer los entornos donde crecen y se desarrollan niñas, niños y adolescentes para prevenir las violencias contra esta población, mediante cuatro componentes principales: formación, participación de niñas, niños y adolescentes, implementación de herramientas lúdico-pedagógicas y la movilización social.

El Politécnico Grancolombiano en conjunto con la Universidad Nacional y la Universidad de La Sabana fueron las encargadas de revisar los resultados, realizar la evaluación y medir el impacto de dicha estrategia patrocinada por el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (DAPRE), la Consejería Presidencial para la Niñez y la Adolescencia y la Corporación Juego y Niñez. Para ello, verificaron los documentos que se presentaron durante los años 2020, 2021 y 2022.

El docente, Jaime Castro Martínez, director de Investigación y Laboratorio del Politécnico Grancolombiano y coordinador del proceso de evaluación, explicó cómo cada uno de los componentes tuvo un impacto distinto: “En temas de formación: el impacto principal fue en los conocimientos de los padres, madres, cuidadores y servidores públicos. En cuanto a participación, a los niños y adolescentes se les permitió que hablarán desde su perspectiva para que así reconocieran sus derechos y la importancia del juego como factor protector, lo que los llevó a entender la diferencia entre qué es una crianza amorosa y qué no lo es. Para la implementación de herramientas lúdico-pedagógicas se evidenció un efecto importante en la relación entre padres, madres, cuidadores y niños, permitiendo que hubiese mayor interacción, lo que a su vez transformó las formas de comunicación y de comprensión. Por último, con relación a la movilización social, se reconoció el impacto en cuanto a los escenarios de movilización y de trabajo en los territorios para disminuir los indicadores de violencia en los distintos municipios y departamentos donde se implementó la estrategia”.

¿Por qué a través del juego?

Jaime Castro Martínez
“El juego, por su misma naturaleza, facilita la conversación sobre temas sensibles al interior de la familia. La clave está en comprender al niño en una forma distinta, en una relación más horizontal, como un sujeto importante al interior de la familia. La estrategia logró ubicar al niño en un escenario distinto, justamente porque con el juego se liberan esas presiones que hay en las lógicas horizontales de relación familiar, el niño quiere otro lugar y desde allí es más fácil buscar formas alternativas para establecer las normas”, afirma el docente.

¿En qué se ha avanzado?

Los avances son notorios. La evaluación concluyó que esta tuvo apropiación territorial, logrando instalarse en departamentos y municipios de todo el país, consiguiendo que los niños, niñas y adolescentes y sus cuidadores, encontraron en la estrategia un vehículo para construir entornos protectores. El 77% de las niñas, niños y adolescentes indagados incluyeron otros elementos en sus comprensiones sobre los conocimientos, prácticas y creencias acerca de la crianza y el juego, a partir del uso de VillaJuego, lo que les permitió proponer a las madres, padres y cuidadores nuevas maneras para relacionarse ellas y ellos.

Pero, además, las y los servidores públicos y las madres, padres y cuidadores, identificaron que las violencias y el castigo físico, los tratos crueles, humillantes o degradantes, están influenciados por sus imaginarios y creencias alrededor de la crianza. Este aprendizaje les permitió comprender que existen otras maneras de criar y acompañar a las niñas, niños y adolescentes desde el reconocimiento de sus derechos y desde el respeto.

Para tener éxito y lograr la transformación cultural que la estrategia propone, será clave articular varios elementos, uno de ellos es la posibilidad de acercar a las familias a procesos de trabajo territorial para que se capacitarán, reconocieran los derechos para los niños y niñas, y adquirieran herramientas para criar o establecer normas. También se abrieron otras formas de participación y de interacción al interior de la familia, que permitió que los niños tuvieran voz frente a la forma en las que deseaban ser criados y cuidados. Esto fue posible especialmente gracias al juego, que se convirtió en una herramienta importante para crear vínculos afectivos entre los padres, madres y cuidadores con sus hijos.

“Aunque la estrategia ha sido muy bien recibida en los territorios, se requiere ampliarla especialmente en territorios rurales y rurales dispersos, ya que esta era una solicitud que hacen los actores entrevistados en las diferentes comunidades, quienes se dieron cuenta del contraste tan marcado que se genera en las familias cuando se tienen herramientas y acompañamiento constante para lograr cambiar o transformar sus imaginarios, creencias, prácticas asociadas con relación a la crianza y al uso del castigo físico y la violencia como formas de corrección de niños y niñas”, explica Martínez.

¿Cómo prevenir la violencia contra la niñez?

El docente del Politécnico Grancolombiano se refirió a la prevención desde tres capas que tiene la violencia:

La primera tiene que ver con el establecimiento del Gobierno y depende de las condiciones sociales y del acompañamiento del Gobierno en las regiones. En este sentido, la lucha contra la violencia implica un ejercicio intersectorial de las distintas entidades que trabajan por el bienestar de las comunidades.

La segunda capa requiere un trabajo puntual de las comunidades en los territorios. Allí es importante el trabajo de los servidores públicos, como la fuerza pública, pero también las otras organizaciones que están para trabajar con las familias. Se requiere un trabajo articulado de estos actores sociales y locales.

La tercera tiene que ver con los cambios imaginarios con relación a los efectos que tiene la violencia, es decir, entender que las formas de castigo físico sí tienen un impacto en las condiciones de los niños, especialmente impactos psicológicos. Pero también implica cambios en las prácticas, empezar a ver las acciones familiares de manera distinta, con acciones diferentes, en este caso basadas en el juego, que permiten también dialogar, conversar, interactuar, de una forma un poco más relajada, más amable.

“Tendemos a creer que, como en mi historia de vida a mí me golpearon o fui maltratado y no me pasó nada, tratamos de replicar esa idea, cuando no es así y en realidad sí nos pasó algo justamente con relación al castigo físico y la violencia que ejercieron sobre mí”, concluyó el docente. 

Estas y otras conclusiones fueron entregadas por el equipo evaluador en dos documentos. El primero es un informe técnico para el nuevo gobierno y especialmente a la primera dama, con una serie de recomendaciones para que la estrategia continúe y que se robustezca. El segundo se entregó a las familias y al territorio para que conozcan la estrategia y los impactos identificados, con el fin de que continúen en un proceso de reflexión sobre los aprendizajes, y en un proceso de diálogo sobre los cambios y transformaciones que pueden realizar sobre las prácticas, conocimientos y creencias que tienen sobre la crianza.

Fuente: Laura Ximena Orjuela
Jefe de Prensa
Ajuste de contenido y diagramación: bersoahoy.co

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