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miércoles, 11 de enero de 2023

Las autoridades parecen ignorar el difícil paso por San Gil

Por: Bernardo Socha Acosta
La linda canción de los compositores Silva y Villalba, ‘Si pasas por San Gil’, amigo mío… quedó solo en la letra y en la historia.

Ellos nunca se imaginaron que las autoridades tanto locales, como departamentales y nacionales  de cada cuatrienio fueran a dejar en el peor abandono vial a la población que si bien es uno de los municipios de Santander muy atractivo, hoy NO se puede visitar por múltiples razones, como son:

Trancones por los reductores
de velocidad en Piedecuesta
Foto: Alerta Santander - Radio
Al inicio del viaje para quien se desplaza de Bucaramanga, el primer obstáculo que le revuelve hasta el alma a conductores y pasajeros de un vehículo, tiene que ver con los reductores de velocidad que unos llamados ingenieros de vías ordenaron instalar cuadras adelante de Piedecuesta (hacia el sur) que causan los trancones que nadie se imaginó, y nadie entiende tanta ignorancia de quienes ordenaron poner en una vía de 2 carrieles esos obstáculos. Son reductores de velocidad que convierten la vía en un atracadero rompe-rodaje  de  los automotores y un lugar que elimina  la tranquilidad de los usuarios, convirtiéndolos en personas iracundas, fuentes de maldiciones contra los responsables de estas incomodidades y personas a punto de enloquecer  por el excesivo tiempo que causa el paso de esos INFERNALES reductores que solo les cabe a quienes se los inventaron como una manera de acabar con el rodaje de los vehículos y torturar a las personas que por desgracia son víctimas de esos inventos.  

Pero ese es apenas el preámbulo de un viaje de paseo, que se convierte en un recorrido por el camino del infierno porque en el peaje de Pescadero está la otra tortura que aun cuando menor porque hay cobradores del peaje alternos que agilizan el trabajo, es sin embargo desesperante.

Pero nadie se imagina que llegar a la entrada de San Gil, encuentra la  abismal sorpresa,  que bien puede llamarse, el fondo del infierno, donde conductores y pasajeros tiene que esperar hasta 3 horas para recorrer unos 2.5 kilómetros, desgastando máquina, contaminando el ambiente,  gastando tiempo, asaltando la tranquilidad ciudadana y  dejando hasta personas al borde de ser hospitalizados por enfermedades mentales.

Peaje de Pescadero
Gráfica tomada viniendo de San Gil
La fila de vehículos ocupa unas 8 cuadras
Foto: Bersoahoy

Muchos viajeros en San Gil, optan por tomar vías alternas del centro de la población, para poder obviar el prolongado  paso por el puente principal tradicional sobre el río Fonce, pero ese desvío por las calles céntricas  se ha convertido en otro factor de contaminación y congestión sin solución.

El calvario de San Gil no es menos para quienes hacen el recorrido de Sur a Norte. Es decir, de Socorro hacia Bucaramanga.

Cuando unos integrantes de una familia ya sea en carro particular o servicio públicos inician el recorrido desde el área Metropolitana de la capital de Santander lo hacen con la mayor  ilusión y felicidad, pero ese goce se acaba con el paso de los primeros obstáculos, cuadras delante de Piedecuesta y la amargura se acentúa a medida que llega al primer peaje, luego al segundo y posterior con el arribo a la llamada de la Perla del Fonce donde no se encuentra ese placer que reseña la canción al visitar el parque gallineral. 

Foto: Vanguardia

Esas ilusiones ya se han acabado y por ahora mientras los gobiernos no cumplan con la construcción de la variante por la parte alta de la ciudad, proyectada desde hace más de 20 años, para desviar el tránsito pesado, será mejor no volver en función de paseo porque esa triste realidad acaba por completo la ilusión de cualquier turista. 

Por ahora pretender viajar a San Gil, no significa descanso y distracción. Significa una tortura infernal de los mil demonios, lejos de imaginar para cualquier persona. Una cosa es escuchar o leer las quejas por esas situaciones, y otra vivir una de las experiencias de tortura más degradantes para cualquier ser humano.

Foto: Foursqueare
Y es que los trancones vehiculares en San Gil, parecen no interesarle a ninguna autoridad. El transcurrir a vuelta de rueda,… frene y arranque, pare y llénese de paciencia por 2 o 3 horas en una extensión de 2 o 3 kilómetros, tiene que hacerse con el admirado civismo de cada conductor que trata de sortear de la mejor forma el interminable trancón, sin que se vea un alférez de tránsito o un policía haciendo cualquier acción para coadyuvar
 en el flujo de centenares de vehículos que forman las interminables filas por ambos extremos. Ese paso por San Gil es desgarrador y enloquecedor para cualquier humano…

Y para amenizar la crónica, nuestros lectores tienen aquí una estrofa de la canción: Si pasas por San Gil… aclarando que del agradable contenido de esos versos, en la realidad ya no hay ni el rastro…

Si pasas por San Gil, amigo mío
Por las bravas tierras de Santander
Ahí tu paso al detener
Admirarás el Fonce en su raudo transcurrir
Y cruzarás por el puente que no olvido
Que conduce hacia el camino
Del parque Gallineral…
En el siguiente video se muestra una evidencia del trancón en San Gil, luego de pasar el Puente que motiva la situación, donde ya fluye el desplazamiento de automotores, de sur a norte (San Gil Bucaramanga)
Antes de este sitio que muestra el video, los vehículos avanzan 2 o 5 metros y deben hacer escala, para a los 10 0 15 munutos volver a avanzar. Así se deben pasar 2.5 kilómetros.


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