Mostrando entradas con la etiqueta paz. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta paz. Mostrar todas las entradas
martes, 6 de octubre de 2015
Pedagogía para la Paz en el sexto capítulo de, Conversemos
La verdad llega al escenario
nacional para cambiar el libreto y transformar la realidad
Por: Prensa de, Pedagogía para la paz
Bogotá, D.C., oct. /2015
(Informe Especial)-. Gracias a las conversaciones de La Habana, la verdad
histórica ha sido llamada como protagonista principal al escenario de la
historia colombiana y su rol obligará a un cambio drástico en el libreto.
Drástico porque su dramaturgia
será la de un rompecabezas complejo y más grande que la realidad de las
noticias, las representaciones de las telenovelas y seriados y los imaginarios
aprendidos en el sistema educativo formal.
Y drástico también porque su narración requerirá un coro polifónico de
voces, muchos actores y actrices y
elementos escénicos desconocidos.
Los conversadores
Tal es el colofón de la
conversación entre Carolina Cuervo y sus colegas actores Nicolás Montero y
Julio Corredor con María Alejandra Villamizar, directora del Grupo de Pedagogía
para la Paz de la Presidencia de la República, en el sexto capítulo de
Conversemos en Paz, serie de Canal Institucional que se emite los domingos a
las ocho de la noche, con el auspicio de la Autoridad Nacional de Televisión
(ANTV).
El cambio de libreto
En diversos modos, acentos y
momentos, coinciden con el informe ‘Basta Ya’ del Centro de Memoria Histórica
en que requerimos relatos que tiendan
lazos entre el pasado y el presente, ajenos a
la memoria oficial e
institucional del conflicto, para abrir reflexiones y debates sociales y
políticos abiertos y para construir memoria con legitimidad social, en la
medida en que incorpore explícitamente diferencias, contradictores y posturas y
reconozca las responsabilidades de cada quién.
En general, el libreto ha sido
muy restringido porque no muestra el país más grande y complejo, sino el de
quienes se prestan a su manejo interesado, con visiones simples, ancladas a la
exacerbación de las emociones e, incluso, con escenificaciones e imaginarios
que no describen el núcleo de la realidad sino lo que se parece a ella o, peor
aún, lo que la niega.
Coherencia entre libreto y realidad
La concepción escénica –con la
verdad que ya no se asome por momentos sino que llega para quedarse– exigirá
creatividad, imaginación, fantasía, ficciones y confianza en la libertad de
pensamiento y en la creación propia.
Se requieren, dicen, para
desaprender informaciones erróneas, establecer conexiones entre el pasado y el
presente, derrumbar mitos sobre los nexos entre violencia y política,
identificar a todos los villanos, acabar la asimetría de las responsabilidades
o denunciar al Estado y a las élites gobernantes por resistirse a las reformas
que hubiesen evitado el origen, expansión y degradación del conflicto armado.
Se requieren, agregan, para
romper con la escisión entre lo que valoramos moralmente y lo que hacemos. Por
ejemplo, no matar, no robar y no mentir.
La verdad para transformar
La verdad se ha asomado, en
distintas épocas y coyunturas, gracias a la Academia y al periodismo, pero sin
quedarse en el escenario como un eje rector en la vida de la Nación. Lograrlo
será fruto de la conjunción de esfuerzos entre el Estado y la sociedad, con un
rol destacado del sistema educativo formal.
La verdad requiere ser sabida,
pero sobre todo contada por muchos porque, en ese ejercicio se genera la
comprensión de la realidad y se esclarecen las decisiones que deben ser
tomadas, en clave de futuro. No importa si llega por arriba, por abajo, por la
derecha o por la izquierda del escenario. Mejor antes que tarde, pero cuando
llegue, la verdad debe ser exhibida a todos.
En una ciudad como Berlín, por
ejemplo, en muchas esquinas nos cuentan qué pasó y cómo pasó. Después de
conocida la verdad, uno tiene la opción de actuar de una u otra manera y con
cierto sentido. Solo entonces empiezan a aflorar y a consolidarse nuevas bases
éticas de la sociedad.
Ahora bien. No basta oír, ver
o conocer la verdad. Cuando uno se ve obligado a contarla llega a tal grado de
comprensión de la verdad, que es inevitable que se transforme en posiciones
éticas. El reto es armar, entre todos, el rompecabezas grande y complejo de la
verdad. Entre todos porque es el único modo de resquebrajar el monopolio y
transformarla en alimento múltiple y revitalizador de la sociedad.
La verdad polifónica
Para que sea de todos, la
verdad debe ser contada por todos. En primer lugar por las víctimas que saben
bien quiénes fueron, qué hicieron y cómo
lo hicieron y nos dan claves para entender cómo actuamos o dejamos de actuar.
Ellas han preservado la verdad con estrategias de resiliencia y perdón y con
perspectiva de futuro.
Es hora de que nuestros oídos
empiecen a escuchar la verdad en boca de los victimarios y de que nuestras
tripas se acostumbren a oírla, por horrible que nos parezca. No puede ocultarse
que gracias a esa verdad hoy están en curso varios procesos judiciales y muchos
pueden abrirse en el futuro –algo inimaginable hace apenas pocos años–.
Preguntas
¿Qué temple tenemos para que
esa verdad nos transforme en la vida cotidiana y transforme las instituciones
que se requieren para que fluya y se quede entre nosotros?
¿Cómo pueden ser incorporada
la verdad histórica a la dramaturgia del conflicto, cómo va a cambiar la
estructura de la historia nacional, con qué acentos, con cuántas voces y
actores, con qué narrativas y libretos, con cuáles contextos y cuáles son sus
lugares en el escenario?
¿Cuántas nuevas obras, además
de las 1.300 que hoy están inventariadas, se requieren para que fluyan los
relatos desconocidos, los que sirven para saber quiénes somos, cómo somos y por
qué somos así?
¿Cuáles son las historias para
desnudar nuestras posturas éticas ante la verdad, alejarnos de lo obvio y exponerlas con humor a través
del arte, la música y las prácticas deportivas que permiten transformaciones
colectivas?
¿Cuál es la dramaturgia que
puede situarnos en el futuro, con la misma emotividad y militancia con la que
nos ponemos la camiseta de un equipo de fútbol de otro país, sin triunfalismos,
ávidos de perdón y reconciliación y dispuestos a valorar los acuerdos porque
reconocemos en ellos nuestro amor por la negociación y nuestro odio a la
guerra?
¿Cuáles son y cómo son las
puestas en escena que deja atrás la lógica de la guerra e instala la lógica de
la negociación permanente a todos nuestros conflictos?
¿Cuál es el libreto que
transforma las marchas del odio en cambios del modelo económico y de las
instituciones que muy rara vez representan los intereses del ciudadano del
común?
Medios de creación y cambio de
chip
Quizá estamos en la antesala
de un estado de transición en el que la gran utopía de los siglos XIX y XX, el
acceso a los medios de producción, ceda el lugar que se merece el acceso a los
medios de creación, a través de los cuales más seres humanos relatemos las
cosas que nos pasan. ¡Que el Estado lo entienda y se lo tome en serio!
Es falso que hayamos contado
demasiadas historias de narcos y violencias. Nadie ha hecho la gran historia.
Ni siquiera hemos empezado a contar bien la historia de las víctimas. Como
sociedad tenemos el reto de estimular la eclosión de historias que están
escondidas. Lo importante es que cada quien las cuente porque con todas ellas
se puede construir una masa crítica, con piezas narrativas que dejen de meter
pedacitos de la realidad para que se parezca a la realidad.
Demandamos piezas que metan el
dedo en la llaga y estimulen la creación y la crítica, sin que a sus autores
los maten. Sin restricciones a los creadores y con metodologías como a las que
quizá ha apelado Doris Salcedo para crear testimonios sobre procesos de
violencia, pero en todo caso, que involucren la emoción como un factor clave en
la comprensión de la realidad y la relación con la historia.
El arte no tiene en sí mismo
un rol pedagógico. Sin embargo, los artistas tienen el deber de explorar la
condición humana y de explorarla bien, poniendo toda su capacidad para
exhibirla realidad con un punto de vista y desde una postura ética, pues de ahí
emana el poder transformador del arte.
Adjunto el link del sexto
capítulo del programa, “Conversemos en Paz”.
Fuente: Yenny Consuelo Arévalo
Hernández
Dirección para la Estrategia
de Comunicaciones
Tel: (571) 5629300, Ext. 2791
- 3528
Carrera 8 No 7 - 26, Bogotá
D.C., Colombia.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
23:25
0
comentarios
Etiquetas: Conversemos, paz, pedagogía
domingo, 5 de julio de 2015
"Por bien o por mal, el proceso de paz se está acabando…”Humberto de la Calle, negociador del gobierno
-“Es posible que un día de
estos las FARC no nos encuentren en la mesa de La Habana”. De la Calle revela
que, antes de firmar un acuerdo de paz, el Gobierno podría aceptar un cese
bilateral del fuego, “si es serio, definitivo y verificable”. “El proceso está
en su peor momento desde que empezamos”. El Papa Francisco podría participar en
la Comisión de la Verdad”. “La paciencia de los colombianos se está agotando”.
Por Juan Gossaín
Bogotá, 5 jul, (SIG).
Ha llegado la hora de hacerle un balance sincero a las negociaciones de
paz entre el Gobierno y las FARC.
![]() |
Humberto de la Calle |
Desde septiembre del 2012,
cuando se iniciaron las conversaciones, el país ha ido pasando de la ilusión al
desencanto y de la esperanza a la frustración. Se ha vuelto tan grande esa
desconfianza que en este momento, según la última encuesta, menos de la mitad
de los colombianos respalda una solución negociada del conflicto. En cambio,
más de la mitad prefiere una solución militar.
No nos engañemos: en los
últimos años ha habido tantos diálogos fallidos, y tantos sueños perdidos, que
la gente se ha vuelto desconfiada. La han vuelto, mejor dicho. Es por eso que
le propongo al jefe negociador, Humberto de la Calle, que nos sentemos a
conversar francamente. Con crudeza, si fuese necesario.
El país está exigiendo que le
cuenten la verdad. Yo sé que con De la Calle eso es posible porque lo conozco
bien desde que trabajamos juntos en la radio. Es el mismo hombre que hace
veinte años renunció sin titubeos a la vice-presidencia de la República, por
razones de integridad y de honor. De la Calle contesta que sí, a pesar de su
carácter refractario a las entrevistas, pero me pone una condición: que yo le
ceda nuestra charla a todos los periódicos que quieran publicarla, grandes o
pequeños, y que se comprometan a hacerlo de manera simultánea, el mismo día,
juntos, sin excluir a nadie.
No tuve que pensarlo mucho:
acepté, también de buena gana, porque me parece que es un pequeño ejemplo de
desprendimiento, de solidaridad y unión, que los periodistas podemos ofrecerle
al país en estos momentos tan cruciales. Al fin y al cabo, ninguna primicia es
más importante que la paz de Colombia.
“Esto se está acabando”
--Llevamos casi tres años en estas negociaciones –le pregunto--. ¿Cuánto
más va a durar?
--Poco –responde sin
vacilar--. No soy capaz de darle un plazo porque esa es la pregunta del millón
de dólares, pero sí me parece claro que el proceso está llegando a su fin, por
bien o por mal. Sea porque logremos un acuerdo, ya que estamos trabajando en la
recta final de los temas de fondo. O por mal, si, como está ocurriendo, la paciencia
de los colombianos se agota. El riesgo es real. Yo sí quiero decirles a las
FARC con toda seriedad: “Esto se puede acabar. Algún día es probable que no nos
encuentren en la mesa de La Habana”.
Realmente lo que está
ocurriendo es insoportable para los colombianos.
--La cruda verdad es que los
colombianos no creen en el proceso de paz. Las encuestas acaban de revelar que
lo respalda menos de la mitad del país. ¿A qué atribuye usted ese sentimiento?
--Es completamente lógico. Es
producto de lo que ha ocurrido en los últimos días. A partir de la muerte de
los soldados en el Cauca viene una oleada de destrucción de la infraestructura
nacional, con impactos terribles sobre la población civil. Una ciudad como
Tumaco, de 160 mil habitantes, se queda 45días sin acueducto. Todos los caños
del suroccidente del país inundados de petróleo con un daño ecológico cuya
recuperación tardará décadas. Los campesinos y pescadores del Pacífico no
pueden trabajar. Lo que tenemos, en fin, es una oleada que afecta a los
ciudadanos.
El peor momento
--La pregunta más elemental que se hace la gente es esta: si las
negociaciones van bien, ¿por qué las FARC no dan muestras de buena voluntad?
--Las FARC están equivocadas
contra toda lógica y evidencia. El problema de las FARC no es con el Ejército,
ni con los derechistas, ni con los que ellos llaman “la oligarquía”. Es con la
gente, porque es a la gente a quien están afectando. Es lógico que la gente
haya caído al nivel más bajo del escepticismo. Por eso cunde la desesperanza. Y
nosotros tenemos que tener la honestidad de decirles a los colombianos que el
proceso de paz está en el peor momento desde que iniciamos las conversaciones.
--¿Y usted espera que las FARC cambien de actitud?
--Yo espero que sí, aunque
haya voces internas de las FARC como la de un señor Aldecoa, quien dice que
seguirán los atentados. Eso realmente es una locura. El camino que han escogido
las FARC es insostenible para ellos. Yo confío en que seamos capaces de
recuperar la serenidad. Este noes momento de retórica sino de las decisiones de
fondo. El caucho de las palabras ya no estira más. Nosotros seguimos buscando
un acuerdo a través de la esperanza. Las FARC tienen que entender eso. ¿Usted
cree que si esto fracasa va a haber otro gobierno que reemprenda conversaciones
con ese grupo? A las FARC también se les agota su tiempo militar y su tiempo
histórico.
Así sería el sistema de
justicia
--¿Por qué está estancado el tema de la justicia que se aplicaría a las
FARC?
--Porque ahora no es lo mismo
que en las negociaciones que se hacían antes. Ahora existen el Tribunal de Roma
y la Corte Interamericana, la legislación interna también ha cambiado, hay
fallos de nuestra Corte Constitucional según los cuales no se puede suspender
la totalidad de las penas. Pero, además, el país exige justicia sin amnistías
generales. Eso no lo vamos a hacer. Y están las víctimas, que merecen justicia.
Por eso es el territorio más difícil de la negociación. Las FARC tienen que
asumir las responsabilidades de sus actos. El Estado también, naturalmente.
--Explíqueme, en términos
elementales, qué es la justicia transicional que ustedes le plantearon a las
FARC.
--Lo que hemos dicho en la
mesa es lo siguiente: a partir del marco jurídico para la paz, existe la
posibilidad de seleccionar, en primer lugar, los hechos más graves, para que
sirvan como patrón o referencia: una masacre, secuestros, violencia sexual. Una
comisión independiente hace esa selección que le sería entregada a la Fiscalía
para que escoja quiénes fueron los que cometieron esos delitos que tienen
carácter internacional. Lo que se busca es limitar la acción penal a ese tipo
de delitos y a sus máximos responsables. A ellos se les aplicaría la misma pena
que dictan las leyes vigentes, pero que
podría reducirse a una pena alternativa que se pague en condiciones de
dignidad, sin rejas ni piyamas rayadas. Pero hay que asumir las consecuencias
judiciales de los actos, reparar a las víctimas y dar garantías de no
repetición. Eso es lo que hemos llamado “justicia transicional” que ya las
FARC, en un paso que les reconozco, han dicho que están dispuestos a aceptar un
sistema de justicia que tenga esos componentesLa propuesta de Uribe y la
extradición
--Sobre ese tema, el
expresidente Uribe Vélez ha planteado unas “zonas rurales de concentración”
para recluir guerrilleros condenados, sin que entreguen sus armas. ¿Usted considera
viable esa propuesta?
--Me parece sumamente
constructiva. Y creo que el ex presidente Uribe tiene razón. Se puede discutir
si es oportuna, pero la idea que uno tiene para acabar el conflicto es que síes
necesario y realista promover esas zonas de concentración, que pueden ser para
gente temporalmente armada que se someta a un proceso de dejación de armas, que
es una condición esencial para que haya acuerdo y se reincorporen a la vida
civil.
--¿El Gobierno puede garantizarles a las FARC que no serán extraditados si
un juez de Estados Unidos los pide, por ejemplo, por narcotráfico?
--En Colombia quien finalmente
decide sobre extradiciones es el jefe del Estado. Tenemos que crear un marco,
derivado del un acuerdo de paz, que les demuestre a los demás países que se
trata de un acuerdo serio y respetable, legítimo, para que respeten lo acordado
y no entren en controversia con el país. Que, por el contrario, haya un apoyo
internacional a una paz duradera en Colombia, y que eso haga innecesarias las extradiciones.
Eso es posible lograrlo porque, aunque parezca una paradoja, el proceso ha
encontrado más apoyo afuera que aquí adentro. También es verdad que aquí es
donde sufrimos las consecuencias ¿Cese
bilateral del fuego?
![]() |
Humberto de la Calle |
--¿Ese tema de la justicia y las penas es lo que tiene bloqueado el
proceso?
--Solo en buena parte. También
hay una presión de las FARC para buscar un cese bilateral del fuego. Esa es su
prioridad. Nosotros hemos dicho: cese del fuego bilateral y definitivo, pero no
solo del fuego sino también de las hostilidades, la extorsión el narcotráfico.
Eso sí: en condiciones de seriedad y de verificación. Mi respuesta a las FARC
es: si lo que están buscando con estos atentados es un cese del fuego mal hecho
–como en el juego infantil llamado “estatua”, en que el otro tiene que quedarse
quieto--, no lo vamos a hacer. No habrá cese del fuego estatua. Entre otras
cosas porque aquí hay otras fuentes de violencia, distintas a las FARC, y no
podemos decirle a la fuerza pública que se esté quieta. Si quieren un cese del
fuego, el Gobierno está dispuesto a anticiparlo, para lo cual son fundamentales las zonas de
concentración. Ese es el camino.
--¿Pero, entonces, el Gobierno está dispuesto a aceptar un cese bilateral
del fuego antes de firmar el acuerdo de paz?
--Esa pregunta nos lleva a un
punto crítico y esencial. Al principio la posición del Gobierno era que el
cese del fuego solo ocurriría con el
acuerdo. En ese punto hemos cambiado. Estamos dispuestos a aceptar un cese del
fuego, aún antes de la firma de un acuerdo, en la medida en que sea serio,
bilateral, definitivo y verificable, siempre y cuando tengamos la garantía de
que ellos asumen su responsabilidad en materia judicial y verificación nacional
e internacional. Que no conviertan esto en una especie de payasada. Las
experiencias del pasado, en esa materia, son pésimas.
--¿No es una exageración que el presidente Santos haya ido a Europa a
decir, textualmente, que “en Colombia el postconflicto prácticamente ya
empezó”? ¿Postconflicto con esto que está pasando?
Postconflicto y respuesta al Procurador
--Eso quiere decir varias
cosas. Primero, que hay zonas de verdadera paz en Colombia. Segundo, y aunque
haya gente que no lo cree, todas las cifras de seguridad han mejorado en
Colombia. La reducción del homicidio este año es histórica: 443 muertes menos
que el año pasado. O sea que estamos en una tasa del 26 por ciento por cada
cien mil habitantes, lo cual no es una maravilla, ni este es el paraíso, pero
el descenso es dramático. Hay 470 municipios donde no se han presentado
homicidios este año. En este momento tenemos la tasa de secuestros más baja
delos últimos catorce años, ya que de 3.706 secuestros hemos llegado a 88. No
es que yo diga que tenemos que aplaudir, pero la situación es muy distinta. Es
a eso a lo que se estaba refiriendo el presidente.
--Hablemos de la Comisión de la Verdad. El procurador Ordóñez ha dicho
que fue hecha “a la medida de las FARC” y que, en consecuencia, no será una
comisión que trabaje con la verdad de las víctimas sino de los victimarios.
--Si queremos dar el paso a una
paz duradera, la verdad es un ingrediente necesario, como la justicia y la
reparación. Es con todas las realidades, las macabras acciones delas FARC pero
también las de otros agentes, incluso del Estado, hay que reconocerlo. En el
mundo de hoy no es posible hacer una paz sin la verdad. Porque el centro de
esto, y el ancla, son las víctimas. En 1991 intentamos hacerlo sin que
aparecieran las víctimas, y ahora estamos pagando ese error. La gente humilde
me agarra del brazo, angustiada, y me dice: “Doctor, ¿qué pasó con mi hijo o
con mi padre?”. Y me dicen que, más que reparaciones económicas, lo que quieren
es saber la verdad.
El Papa y la verdad
--¿Y cómo se escogerían esos comisionados?
--Primero se crea un grupo de
seleccionadores, de los cuales seis serán convenidos por las partes.(Eso es lo
que irrita a algunos). Y luego tres seleccionadores más, escogidos por
instituciones o personas de reputación internacional, como el Papa o las
Naciones Unidas. Estamos hablando de gente de ese tamaño. Entre todos ellos,
escogerán a nueve comisionados integérrimos, independientes y honestos que
juzguen todas las verdades. Lo que no funciona, precisamente, es que haya
verdad oficial. A eso nos oponemos. Comprendo que, mientras en el exterior
aplauden ese proyecto, aquí haya personas que creen que eso es una trampa y que
no va a funcionar.
--A propósito de víctimas y
reparaciones: se han entablado hasta ahora más de 22 mil demandas por despojo
de tierras. ¿Usted cree que sí habrá una auténtica restitución?
--Creo que sí. Ya se habla de
22 mil hectáreas que están a punto de ser recuperadas en los Llanos Orientales.
Parece una paradoja, pero, hablando con el director del Incoder, me decía que a
veces lo que impide la reparación es el propio conflicto. Hay zonas donde no
pueden entrar ni los jueces ni nadie. Si hay un final del conflicto, lo primero
que se acelera es la estabilización del
campo. Tenemos que restablecer las zonas rurales. El jovencito que mata a alguien
en la ciudad, para robarse un celular, puede ser el hijo de un desplazado. Por
eso el eslabón de la cadena de violencia comienza allá pero termina afectando a
todos los colombianos.
“El estado ya ganó la guerra
estratégica”
--Militarmente hablando, ¿en qué situación están las FARC?
--El predominio militar del
Estado es indiscutible. En estas encuestas recientes veo que el respaldo a la
opción militar vuelve a subir. Eso debería preocupar a las FARC porque no había
ocurrido así en los últimos quince años. Pero eso es desconocer que la guerra
estratégica ya terminó y que el Estado la ganó. Lo que queda es una resaca
táctica que puede durar mucho tiempo y ser muy dolorosa. Ponerle una bomba al
oleoducto es muy simple. Eso afecta a los civiles, pero no tiene ningún efecto
militar.
--Y, entonces, ¿por qué las FARC siguen en esas?
--Porque, a pesar de esa
realidad, las FARC llegan a la mesa casi con la obligación de decir “no hemos
sido derrotados”. Las FARC están luchando ahora con su propia identidad como
grupo, con su futuro, con la historia, “cómo nos van a ver dentro de cien
años”. Perdieron la guerra, pero
insisten en su condición de rebeldes porque dicen que no pueden echar
por la borda cincuenta años de lucha.
Las FARC como partido político
--¿Cómo serían las FARC sin armas?
--Ahí sí, desarmados, que
sigan dándole manivela a su ideología. A nosotros no nos asusta eso. Que
entren, con garantías, a hacer política en medio del respeto de los colombianos
y de ellos hacia los colombianos.
--¿Unas curules para las FARC
en el Congreso, sin necesidad de que participen en elecciones?
--Yo sé que los ciudadanos
piensan eso. Yo tengo que ser totalmente honesto y decirles, así me lluevan
tomates, que en una primera etapa, netamente transitoria, el Estado y el país
tienen que abrir la mente a la participación de las FARC como partido político
desarmado. Tienen que abrirse dignamente las puertas políticas para las FARC.
Más allá de si hay curules o no --porque eso habrá que discutirlo--,creo que los
colombianos tenemos que prepararnos para obrar con generosidad en ese momento.
Las FARC han sido el elemento más conservador de la vida política colombiana.
Cincuenta años de violencia disolvieron prácticamente el movimiento sindical y
el estudiantil.
Epílogo
Todavía faltan muchos temas,
pero el tiempo es limitado. El espacio de los periódicos también. A la hora de
despedirnos siento la tentación de plantearle
algunos temas humanos relacionados con su propia vida. ¿Por qué se metió
en este berenjenal de dirigir la mesa de negociaciones?
Me dice que, cuando el
presidente Santos se lo propuso “ni siquiera lo pensé, que es lo que siempre
dice la gente: déjeme pensarlo. Esos obligaciones no se piensan. Le dije que
sí, y la que quedó perpleja fue mi familia, cuando les conté”.
Le pido que me diga de dónde
piensan sacar plata para financiar el postconflicto si el dólar está a2.600
pesos y el barril de petróleo apenas a 60 dólares. Entonces me contesta con una
ironía profunda, los famosos sarcasmos de De la Calle: “Por eso es quelas FARC
tenían que haber firmado el acuerdo de paz hace dos o tres años, cuando el
petróleo estaba a 110 dólares”.
¿Tiene ambiciones políticas para el futuro?
¿Cuál será ese futuro? Hace un gesto de desencanto. “Quedé curado de política
hace veinte años, cuando pasó lo que pasó y renuncié a la vice-presidencia.
Solo tengo una ambición para el futuro: vivir mis últimos años en paz.
Literalmente hablando”.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
18:50
0
comentarios
domingo, 29 de diciembre de 2013
Desmovilizado: Ejemplo de vida, paz y de reconciliación
Raúl* dejó las armas, para
forjar Paz y Reconciliación con diseños en ornamentación
Bucaramanga, viernes 27 de
diciembre de 2013.
Mientras hacía parte de un
grupo armado ilegal, Raúl*, perdió un brazo y parte de su visión; ahora, es una
persona en Proceso de Reintegración, tiene su propio taller de ornamentación en
el que genera cinco oportunidades de empleo.
Hace cinco años, Raúl* decidió
desmovilizarse e ingresar al Proceso de Reintegración que coordina en Colombia,
la Agencia Colombiana para la Reintegración (ACR). Él, es una persona en
situación de discapacidad, perdió un brazo y parte de su visión durante su
recorrido por un grupo armado ilegal, situación que no es impedimento para
trabajar en su taller de ornamentación, con el que hace poco cumplió tres años,
“la discapacidad no es un impedimento para mí, para salir adelante; de manera
normal trabajo, lo que hace que las personas se queden admiradas porque no son
capaces de hacer lo que hago yo; lo que he conseguido con la práctica y a nivel
psicológico”.
Por las circunstancias de la
guerra, Raúl*, tuvo que dejar de estudiar cuando era niño, haciendo que se
trasladara a la ciudad. A los 15 años, comenzó a trabajar en un parqueadero,
luego en un montallantas durante tres años, “lo más difícil fue llegar a la
ciudad a trabajar porque toda la vida fui del campo. Luego me golpeó más duro
la guerra, al ingresar al grupo e intentar salirme” expresó.
Al entrar al grupo ilegal,
“llevaba mi vista, mis brazos y piernas en estado normal, allá tuve el
accidente. En una zona boscosa en el campo, yo estaba con otro compañero
llevando un mercado, y en la zona, otros muchachos habían enterrado unas minas;
sin saberlo, nosotros caminamos y pisamos unos artefactos de esos, produciendo
el estallido. Mi compañero murió y yo no, pero perdí un brazo y parte de mi
visión, fue un milagro que sobreviviera”.
“Trabajar por mi comunidad me
hizo sentir bien”
En 2009 se desmovilizó, desde
ahí comenzó su Proceso de Reintegración “he sentido el apoyo de la gente, tengo
mi propio negocio y me gusta lo que hago hoy día; donde estoy localizado nadie
me distingue, la mayoría de las personas no saben que hago parte del Proceso de
Reintegración, aunque en mi misma comunidad realicé un servicio social
arreglando áreas verdes y una canal para el desagüe de las aguas lluvias;
trabajar por mi comunidad me hizo sentir bien, porque se han convertido en
amigos y familia. Además me he dado a estimar por la comunidad, lo bonito es
que todos lo conocen a uno, por lo que uno hace al servicio de la comunidad, es
gratificante”, afirmó.
En el taller de ornamentación,
Raúl* fabrica rejas, ventanas y otras estructuras metálicas, generando cinco
empleos directos; además de trabajar en distintas zonas del oriente del país,
como Barrancabermeja, San Gil, Socorro, el Área Metropolitana y Bucaramanga,
incluyendo Cúcuta.
Al iniciar su negocio tuvo el
apoyo de una persona con conocimientos en ornamentación, “ese señor me enseñó y
todavía es mi amigo, intercambiamos negocios y experiencias, también nos
aconsejamos los trabajos; es una persona muy importante porque me ayudó con mi
profesión actual, dado a que trabajé con él durante cinco años convirtiéndose
en la mejor escuela y el mejor apoyo para mi vida”.
Ante la posibilidad de
aconsejar a las personas que ingresan al Proceso de Reintegración, Raúl
comentó: “es importante que aprovechen de ahora en adelante el diario vivir,
sean personas que ojalá más adelante sean reconocidas; dándole la cara al
mundo, sin ningún problema ni pena de lo que uno fue. Además de saber a quién
llegarle, humildemente”.
*Nombre cambiado por
protección de la fuente.
Persona desmovilizada en
Proceso de Reintegración forja diseños por la Paz y la Reconciliación.
Fotos: ACR l Comunicaciones.
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
18:04
0
comentarios
Etiquetas: Desmovilizado, ejemplo, paz, reconciliación, vida
lunes, 10 de septiembre de 2012
Marcado por una compleja situación social y económica
Más espacios para los jóvenes,
así construimos la paz
Por: Observatorio de medios de
comunicación
En tan sólo una semana, 1
muerto y seis heridos es el balance desolador, solamente en el barrio Albania
de Bucaramanga. Este es uno de los nueve barrios que componen la Comuna 14, un
sector marcado por una compleja situación social y económica, y un profundo
abandono del Estado Colombiano.
El diagnóstico de la propia
alcaldía municipal da cuenta de que sólo en la comuna 14 tienen presencia hasta
12 pandillas o combos, principalmente constituidos por jóvenes. Pero la
situación va mucho más allá de una simple cuestión de muchachos malos por
naturaleza. Por el contrario, mujeres y jóvenes son los grupos poblacionales
más duramente golpeados por los efectos de la guerra silenciosa. Según cifras
de Medicina Legal en 2011 en el Área Metropolitana de Bucaramanga hubo 462
personas muertas (165 homicidios) y 10.743 con lesiones; la gran mayoría no
sobrepasaban los 24 años; además de los accidentes de tránsito, el homicidio y
el maltrato infantil registran cifras alarmantes para este año. En el informe
2011 de la seccional nor-oriente del Instituto de Medicina Legal se advierte
que de los 228 homicidos de mujeres ocurridos en el departamento en ese año,
31,3% ocurrieron en Bucaramanga.
Resulta alarmante la cadena de
hechos amenazantes que han venido desarrollándose en el Área Metropolitana,
aquí un resumen de los principales hechos:

El 20 de Julio fue encontrado
el cuerpo de Juan David Moreno Rúgeles, de 23 años, en una bolsa, con un
panfleto que decía "nueva ley por ladrón, justicia", presentaba un
fuerte golpe en la cabeza que se presume fue ocasionado con un objeto contundente,
y varias heridas, al parecer, producidas con perdigones.
El 21 de Julio encapuchados
asesinaron a tiros a Deiby Andrés Gómez Gómez en la carrera 38A BIS con 20 del
barrio Café Madrid, en los mismos hechos fue herido otro joven de 20 años.
El 24 de Agosto desconocidos
repartieron un panfleto en el barrio Gonzalez Chaparro de Floridablanca en el
que se encontraba una lista de 15 personas y varias frases que los señalaban de
ser ‘viciosos, ladrones y prostitutas’, a la vez de que amenazaban con matarlos
si no salían del barrio en 72 horas.
El 28 de Agosto aparecen en
sectores de la comunas 10 y 11 de Bucaramanga panfletos firmados por un grupo
denominado "ELIS" (Escuadron de Limpieza Social) amenazando a
habitantes de la calle, consumidores de drogas, señalando principalmente a los
jóvenes como los responsables de la delincuencia; exigen a los padres que no
dejen salir a sus hijos a las calles en la noche usando frases como "los
niños buenos se acuestan temprano, los malos se mueren", y prometen el inicio
de una campaña de exterminio.
"Una de las masacres más recordadas
en Bucaramanga, cometida por la ‘mano negra’ o mal llamada ‘limpieza social’,
ocurrió el 31 de octubre de 1990, en el restaurante La Brasa, ubicado en la
carrera 15 con calle 31. Al lugar llegaron hombres con la cabeza cubierta por
medias veladas y asesinaron a sangre fría a 16 personas, entre las que se
encontraban prostitutas, travestis, homosexuales, niños y transeúntes."
El tamaño de la guerra que se
libra en la ciudad se acrecienta, mientras entre enero y septiembre de 2011
fueron asesinados 37 miembros de bandas criminales (según la Corporación Arco
Iris) en 2012 en el Área Metropolitana de Bucaramanga 21 menores de edad fueron
asesinados y otros 362 sufrían algún tipo de maltrato. Para algunos la
vinculación de los jovenes en la violencia ha llevado a considerar el uso
extremo de la fuerza para controlar el aumento de la misma, y por tanto, la
participación de los jovenen en ella. Al respecto, en los últimos meses se ha
visto acentuado a fondo la represión la Ley y la Constitución Colombiana (en
video fue registrado los hechos
http://www.youtube.com/watch?v=dZP8kkySpXM&feature=player_embedded). De
igual forma, el colectivo de objetoras y objetores denuncia que: el 8 de marzo
en una acción del Ejército a cargo del Teniente Aceros, quien se movilizaba en
el camión de placas XZI-131 de San Andrés, detuvieron a varios jóvenes, les
retuvieron sus documentos, los obligaron a subirse al camión, uno de los
jóvenes que opuso resistencia fue víctima de choques eléctricos aplicados por
el conductor del camión.
Jóvenes practicantes de
deportes extremos realizaron un plantón en la Plaza Luis Carlos Galán el pasado
15 de mayo para exigir la dignificación del nombre del Skater Dany Alberto
Ramirez, asesinado el 14 de mayo en el Parque de Deportes Extremos, sitio que
hoy se encuentra en el abandono, los jovenes le expresaron a la sociedad que no
quieren que los sigan persiguiendo y asesinando. De las misma forma, el 20 de
mayo se realizó el Primer Toque Antimili, grupos juveniles acompañaron el
evento, el balance presentado por Miguel Portilla, miembro de Jóvenes en
Movimiento, organizadores del evento, dice: "puñaladas registradas, 0;
asesinatos registrados, 0; robos registrados, 0; heridos registrados, 0;
jóvenes disfrutando del evento, más de 200; un balance positivo que demuestra
que la juventud no es el problema y que vale la pena continuar abriendo los
espacios en la ciudad."
En los últimos días el
Secretario del Interior del Departamento de Santander, Carlos Ibáñez Muñoz, ha
manifestado que el ejército apoyaría las labores de seguridad de la policía en
los municipios del Departamento, "especialmente en Bucaramanga y su Área
Metropolitana", se espera que estas labores conjuntan no acrecienten la
violencia ni los hostigamientos de la fuerza publica.
La complejidad de la situación
resulta en definitiva alarmante, pues no se trata de un asunto menor, sino por
el contreario de la vida y la tranquilidad de la sociedad. En declaraciones al
respecto el presidente de Uruguay, José "Pepe" Mujica expreso;
"Parecería que en este tiempo tan especial, donde estamos un poco más
ricos, estamos llenos de ‘chiches’ nuevos, de buenas comunicaciones, de autitos
y motitos, tal vez por tanta abundancia en lo cotidiano y material, terminamos
olvidando que el valor central es la defensa de la vida”. Ninguna de las
respuestas puede ser la muerte, pues se trata en el fondo de la defensa de la
vida para la construcción de la Paz, una Paz desde todos y para todos.
TEXTO: OBSERVATORIO DE MEDIOS DE
COMUNICACIÓN E INFORMACIÓN
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
19:12
0
comentarios
Etiquetas: compleja, Construimos, económica, espacio, jóvenes, marcado, paz, situación
sábado, 1 de octubre de 2011
Huellas legislativas por la paz en Colombia
14 años estudiando y aprobando leyes
de reconciliación
¿Ha sido un fracaso por no reconocer el
conflicto?
Por: Bernardo Socha Acosta
La realización de un seminario taller
en Bucaramanga, bajo los auspicios de la Comisión Nacional de
Reparación y Reconciliación –CNRR- en
asocio con la
Organización de Estados Americanos Misión de Apoyo al proceso de Paz en
Colombia, me trajo a la memoria varias conclusiones.
Una de ellas como razonable y lógica,
es que los gobiernos y el Congreso de la república le han dedicado considerable
tiempo a buscar el entendimiento entre los colombianos, seguramente dejando al
margen algunos factores sociales que han impedido que la abundante legislación,
(unas 7 leyes) solo deje huellas históricas de un camino que trata de buscar la
paz infructuosamente. ¿Será entonces que pretender esconder la realidad
nacional, no reconociendo el conflicto armado, le haya costado al país que solo
queden huellas de las buenas intenciones?
Estudiando someramente algunas de las Leyes, puede percatarse
cualquier analista, que las normas solo han despertado grandes ilusiones, cada
vez que se han puesto en vigencia, pero no se ha concluido en nada.
![]() |
Taller realizado en la Unab |
A este taller fuimos convocados los
periodistas de Bucaramanga y Santander por una razón fundamental: la nueva Ley
de VICTIMAS. Y se trataba de unificar unas bases que nos permitiera
informar con mayor precisión y objetividad acerca de la evolución de la norma (Ley 1448 del 10 Junio de 2011)
pero de paso se hizo una rápida ojeada de algunas de las leyes en mención,
comenzando con la Ley 418 de 1997, relacionada
con la consagración de unos instrumentos para la búsqueda de la convivencia y
la eficacia de la justicia. Con esa
ley de 1997, los gobiernos y el Congreso de la república
abrieron caminos para comenzar a explorar mecanismos de paz entre los
colombianos.
En el intermedio de estas dos leyes,
es decir entre 1997 y 2011, 14 años, los
colombianos hemos sido testigos de las
expectativas que han generado otras
leyes como la del siguiente año (1998)
cuando se emitió la 434 que tiene como
fundamento crear el Consejo Nacional de Paz,.. Toda la crónica aquí
Publicado por
Bernardo Socha Acosta
en
19:29
0
comentarios
Etiquetas: Colombia, huellas, ilusiones, Justicia, legislativas, Ley, paz, reparación, taller, víctimas
Suscribirse a:
Entradas (Atom)